El cambio de hora ya no ahorra energía: el análisis demuestra que su impacto es insignificante


Última edición el 24 de octubre de 2025, 15:51
Oscar Pacheco
Experto en Energía
Graduado en Comunicación Interactiva en la Universidad Autónoma de Barcelona. Más de 2 años de experiencia en creación de contenido en Google y YouTube. Actualmente, es experto en opiniones de consumidores sobre tarifas y servicios energéticos, y en herramientas de comparación.
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Cada año, cuando llega el otoño, España vuelve a ajustar sus relojes con la promesa de aprovechar mejor la luz natural y reducir el consumo eléctrico. Sin embargo, el cambio de hora parece haber perdido el sentido que alguna vez tuvo.
Desde Papernest hemos analizado los datos oficiales de Red Eléctrica de España (REE) y los resultados son claros: el efecto del cambio de hora sobre la demanda eléctrica es prácticamente inexistente.
En algunos años, incluso se observa un ligero aumento del consumo durante las tardes, justo cuando supuestamente deberíamos estar ahorrando más energía.
Para llegar a esta conclusión, en Papernest hemos comparado la semana anterior y posterior a cada cambio de hora entre 2020 y 2024, con el objetivo de detectar variaciones inmediatas en el consumo eléctrico.
Los datos de REE muestran que las fluctuaciones son mínimas y carecen de un patrón estable. En algunos años el consumo sube, en otros baja, pero sin una tendencia que relacione directamente el cambio horario con un ahorro energético real.
Por ejemplo, en 2020 el consumo total aumentó un 0,18% tras el cambio de hora, y entre las 18:00 y las 23:00 (la franja más activa en los hogares) subió un 2,4%. En 2021 el consumo general bajó un 1,24%, pero la franja vespertina volvió a subir un 0,3%. En los años siguientes se repiten pequeñas oscilaciones: en 2022 hubo un descenso más notable (–6,03%), pero en 2024 la caída fue de apenas un 1,67%.

En resumen: no hay un patrón constante ni un ahorro verificable.
Si observamos las horas de mayor consumo doméstico —entre las 18:00 y las 23:00—, los resultados son todavía más reveladores. En tres de los cinco años analizados, el consumo en esa franja aumentó entre un 0,3% y un 2,4% tras el cambio horario.
Esto indica que el comportamiento energético de los hogares ha cambiado: las tardes siguen siendo horas de gran actividad, independientemente de si anochece antes o después.
En Papernest interpretamos que este fenómeno responde a los nuevos hábitos energéticos de la sociedad actual. Factores como el teletrabajo, el uso intensivo de dispositivos electrónicos, y la calefacción eléctrica han diluido el efecto que antes podía tener el cambio de hora en la demanda eléctrica.
Hoy en día, la gestión de la luz natural ya no determina tanto el consumo como lo hacían nuestros horarios tradicionales.
Más allá de los porcentajes, quisimos medir qué significan realmente estas variaciones en términos de dinero.
Según datos de Iberdrola (octubre 2024), el consumo medio anual de electricidad por hogar en España es de 3.487 kWh, lo que equivale a unos 67 kWh por semana. Si aplicamos la reducción media observada del 1,4% tras el cambio horario, y tomando como referencia el precio medio del kWh en 2024 (0,132 €), el ahorro semanal por hogar sería de apenas 0,12 €.
Incluso suponiendo que este pequeño ahorro se mantuviera durante toda la temporada de invierno (unas 12 semanas), el impacto total sería de solo 1,4 € por hogar.
En otras palabras: menos de 2 € al año, una cifra totalmente irrelevante frente a la factura eléctrica anual.
Durante décadas, el cambio de hora se defendió como una medida útil para ahorrar energía y aprovechar mejor la luz solar. Pero los datos más recientes demuestran que su impacto en el consumo es residual.
Los hogares actuales ya no dependen tanto del sol para organizar su rutina: las luces LED son mucho más eficientes, los electrodomésticos están mejor optimizados y las jornadas laborales se han vuelto más flexibles.
En este contexto, el ajuste horario apenas modifica el comportamiento energético del país.
En Papernest creemos que este tipo de análisis son esenciales para entender cómo ha cambiado nuestra relación con la energía. Las decisiones de política horaria deberían apoyarse en datos actualizados y no en suposiciones heredadas de otra época.
Tras cinco años de análisis, la conclusión es clara: el cambio de hora ya no tiene un impacto significativo ni en la demanda eléctrica ni en el gasto de los hogares.
Aunque su origen tuvo sentido cuando la iluminación artificial era menos eficiente y el consumo dependía más del ciclo solar, hoy el ahorro que genera es prácticamente nulo.
Con un efecto medio de menos de 2 € por hogar al año, el cambio horario parece más una costumbre que una medida de eficiencia. La evidencia muestra que el verdadero ahorro energético depende mucho más de la eficiencia de nuestros hogares y de la gestión inteligente de los contratos energéticos —algo en lo que Papernest puede ayudar.
Sobre Papernest
Papernest es una plataforma gratuita que simplifica la gestión de contratos de energía y otros servicios del hogar. Ayudamos a comparar, optimizar y cambiar de proveedor de forma rápida y 100 % online, para que cada persona pueda ahorrar tiempo y dinero en su factura energética.Informe elaborado por: Óscar Pacheco y Alejandro Plaza (equipo de análisis de Papernest España) Fuente: Red Eléctrica de España (REE), datos 2020–2024 Reproducción: libre citando la fuente con enlace a papernest.es